B.Ch.D
Edward Snowden, el antiguo técnico de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional), ha declarado que no se llevó copia de los documentos extraídos a la organización durante su huída hacia China. Este hombre ha pasado a engrosar la lista de personas perseguidas por la maquinaria de inteligencia norteamericana. No es ningún secreto que tanto Manning, Assange, Falciani o el antes mencionado han perjudicado a la nación americana de una forma u otra.
Bradley Manning copió y filtró documentos secretos relacionados con las actuaciones norteamericanas en Oriente Medio y Guerra de Irak, Afganistán… También reveló los famosos cables diplomáticos entre embajadas estadounidenses por todo el mundo, así como numerosos informes sobre detenidos de la prisión ilegal de Guantánamo.
Julian Assange, responsable último de Wikileaks, distribuyó el material destilado de su web a varios medios de relevancia internacional, dando lugar a la mayor filtración de documentos secretos de la historia.
Hervè Falciani, contable informático del banco suizo HSBC, redactó una extensa lista de grupos empresariales que evadían impuestos. Entre ellos había intereses italianos, españoles e incluso estadounidenses.
El caso de Snowden es de los más recientes. El analista descubrió una red de espionaje (PRISM) a nivel mundial, con la que la agencia de inteligencia norteamericana monitorizaba comunicaciones de naciones soberanas. Decidió denunciarlo y huir a China, de la que posteriormente viajó a Rusia donde pidió asilo político.
Naturalmente, todos estos nombres son requeridos por los Estados Unidos para ser acusados de numerosos cargos. En el caso de Manning, fue expulsado del ejército, acusado de alta traición y condenado a cumplir 35 años de cárcel. No está mal, comparándola con la pena que pedía el fiscal, 90 años.
Julian Assange continúa atrapado en la embajada de Ecuador en Londres, donde consiguió refugiarse In Extremis, tras conseguir huir de la persecución policial y mediática a la que fue sometido. Actualmente es requerido por las autoridades suecas para compadecer en un juicio por abuso sexual. Una maniobra que permitiría a Estados Unidos requerirle al país nórdico su entrega inmediata por espionaje, conspiración, revelación de secretos al enemigo…
Para el desarrollo de la democracia, es preciso que las autoridades se sometan al escrutinio de la sociedad, mediante la transparencia de sus instituciones y la rendición de cuentas. No se trata de una medida revolucionaria, sino de la lógica consecución de hechos que lleva a la consolidación de un estado respaldado por sus ciudadanos. El problema de Estados Unidos no es solo su deseo incontrolable de expandirse y mantener el control del territorio. Es su capacidad para introducirse y vigilar las actuaciones internas de naciones soberanas. Esto, unido al colaboracionismo servil de gobiernos como el nuestro (Caso del Avión de Evo Morales) permite que las ansias de control orwelianas de EEUU se materialicen sin problema en cualquier lugar del globo.
Es posible que estos nombres que hemos mencionado pertenezcan a un grupo de personas que han logrado advertir la corrupción que se esconde bajo la cortina de poder-control indiscutible de la Gran Nación Libre.
Artículo publicado en lanoticiaimparcial.com